Debatirse entre dos profesiones «aparentemente opuestas» es la lucha de muchas personas, pues, generalmente no es fácil decidirse en el debate de lo que nos gusta y lo que nos apasiona, pero para José Meléndez o Rickyn, el arquitecto, como se le conoce en el mundo artístico, este sueño se volvió una realidad.
Con varios temas lanzados, como «Ella Quiere», «Comprometidos», «Un poco más», «Baila Dancehall», «Chica sensación» y su más reciente sencillo, «Bate, Bate»; Rickyn se ha empezado a consolidar como una revelación del género urbano capaz de convertir cualquier vivencia en una inspiración para escribir sus letras.
Este sincelejano de nacimiento y corazón, está dotado de una creatividad única que no solo se destaca en la escena musical, sino en la arquitectura, profesión que desarrolla desde hace varios años y que a la par con sus canciones, ha llevado a Honduras, El salvador, Nicaragua Y Guatemala, donde además de presentar diseños innovadores, entrega letras pegajosas y con buen ritmo que lograron posicionarse en la radio de esos territorios.
Rickyn, el arquitecto sabe que alcanzar los sueños es un proceso de cada día, por ello desde que empezó a cantar con apenas 9 años, ha vivido esforzándose para llegar a cada meta que se propone.
Primero, buscando la aprobación de sus compañeros de clases, un público muy difícil, reconoce, porque «si lo que haces no es bueno, algo que les guste a ellos, te vuelves la burla de todos» pero si resultas ser de agrado, sabes que «has ganado una batalla de toda la larga lucha que te espera»; luego apoyando a sus padres en la venta de jugos en una calle del centro de su ciudad natal, donde aprendió de primera mano el valor del trabajo y demostró su tenacidad al ayudar a sacar adelante su casa, tras ver a su padre perder la vista por azares del destino.
Rickyn es un artista hecho a pulso, que paso a paso está labrando un camino con una propuesta musical atrevida, llena de ritmos diseñados para el perreo, el zandungueo, bailar hasta que salga el sol.
