El sol se pone en Barranquilla y el ambiente se llena de una energía única. En el corazón de la zona rosa, justo en la carrera 52 #76-95, se encuentra un lugar que ha capturado mi corazón y mi sentido de la aventura: NĀMÊSTĪ, Lounge Bar. Desde el momento en que puse un pie en este encantador rincón de cócteles y bebidas, supe que estaba a punto de experimentar algo verdaderamente especial.
Hace 11 meses, Barranquilla recibió un regalo con este rincón de deleite que el próximo octubre, estará celebrando su primer aniversario. ¿Qué es lo que hace que Namesti sea tan excepcional? La respuesta yace en la combinación de su magia única, eventos cautivadores y una carta de cócteles que es un poema para los sentidos.
Namesti evoca sentimientos de encuentro y planes ‘cambamberos’, como se dice en el Caribe a aquellos planes que surgen de manera espontánea y resultan memorables, máxime si se trata de compartir entre amigos, familiares y/o esa persona especial.
La primera vez que crucé sus puertas, me encontré con un ambiente que irradiaba elegancia y encanto. Sus creadores, Kathy Criado, Steffany Rivera, Carlos Rodríguez y Alfredo Carbonell, han tejido una atmósfera que combina lo sofisticado con lo acogedor. No es solo un lugar para tomar una bebida; es un refugio para los amantes de la coctelería, un lugar donde los turistas y los locales pueden converger en busca de momentos inolvidables. Nos regalaron un espacio para celebrar la coctelería en todas sus formas por lo que su impacto en la ciudad es innegable e imparable.
Una de las joyas de Namesti es su variada carta de cócteles. ¿Puede uno siquiera imaginar 60 cócteles de autor y los tradicionales, todos esperando para ser degustados? Desde los clásicos atemporales hasta creaciones únicas que desafían los límites de la imaginación, cada cóctel es una invitación a un viaje de sabores. Y para aquellos que desean dar rienda suelta a su creatividad, este lugar ofrece eventos especiales y temáticos donde expertos mixólogos comparten sus secretos, enseñando a los asistentes a crear sus propias obras maestras líquidas.
No puedo evitar mencionar el revuelo que causó el cóctel de la ‘Barbie‘ el mes pasado. Esta novedosa creación se convirtió en la charla de la ciudad, y por una buena razón. El lambrusco acompañado de un ‘pop‘ de algodón de azúcar, creaba el distintivo tono rosa de la icónica muñeca de Mattel, mientras que el glitter añadía ese detalle ‘instagrameable’. Más de 200 de estos cócteles volaron de la barra, un testimonio de la innovación y el espíritu fresco que este lounge bar aporta al mundo de la coctelería. De esa cifra, aquí su servidora, probó al menos 12, qué locura.
Namesti se ha convertido en mi refugio favorito. Es el lugar al que regreso una y otra vez, no solo por sus cócteles exquisitos y eventos fascinantes, sino por la magia palpable que se encuentra en cada detalle.
Barranquilla tiene fama de ser ‘la tierra prometida’, ‘Curramba la bella’ y ahora cuenta con este tesoro que los espera con la barra lista para saciar su sed coctelera.
¿Cuándo brindamos? ¡Chinchín!
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