Estamos en tiempos difíciles sin embargo tratamos de tener esperanza y nos motivan historias que merecen ser destacadas, como la del doctor Fabián Manjarres un colombiano, nacido en la capital del Atlántico, que hace patria en Europa.
Su formación como médico la realizó en su ciudad natal y fue Madrid, España, el lugar donde se especializó en Medicina Familiar y Comunitaria. «Sentía que era lo mío, estar cerca del paciente y de su núcleo familiar fue mi principal motivación para elegir esa especialidad», afirma Manjarres.
Estando en ese país se presentó a la Escuela Militar de Sanidad donde recibió instrucción y doctrina. Actualmente es Teniente y está en el área de Servicios Médicos. Su labor es clave porque precisamente por tener la capacitación militar su perspectiva y sentido de pertenencia con la institución es aún mayor.
Por su amplia experiencia fue escogido para apoyar desde su rol importantes misiones militares. «Sin duda uno de los momentos de mayor impacto en mi vida lo tuve en Afganistán porque la guerra estuvo ante mis ojos, parecía una película de Hollywood pero aquí no habían segundas oportunidades, mi misión era salvar, mejorar la calidad de vida los pacientes gravemente heridos», sostiene.
Su vida ha estado llena de retos pero como si lo anterior no fuera suficiente llegó el Coronavirus que tiene en emergencia sanitaria al mundo entero. Según Fabian «España fue noticia y alertó por su altos índices de contagio», la labor de él y sus compañeros, muchos de ellos afectados por el COVID-19, fue compleja porque el virus es tan inédito que no existen antecedentes para guiarse o comparar, «los protocolos de bioseguridad cambiaban cada día y todo era muy confuso», agrega.
Fabián Manjarres es uno de los millones de funcionarios de la salud que necesita nuestra oración, fuerza y apoyo. Como sus colegas también pide protección para que su Misión Médica se desarrolle de la manera más satisfactoria posible. «Hasta el momento no he dado positivo para COVID-19 pero el temor está latente porque al final antes que ser médico soy humano y paciente, aún así sé que Dios es tan misericordioso conmigo que me guardará», puntualiza el doctor.
Héroes sin capa, ángeles que desde su oficio dejan huella y nos dan aliento en medio de una pandemia inesperada, que sacudió el mundo y nos recordó que todos somos vulnerables y que debemos cuidarnos de manera conjunta.
